viernes, 23 de noviembre de 2018

Los corazones anestesiados / de Miguel Fegale

Esta breve novela —71 páginas— trata de las desventuras de Vicenzo, residente limeño que emigra a Italia y luego a otros países europeos (Grecia) para emprender una nueva vida:

“Vicenzo bombardini Villegas dejó su ciudad natal para emprender un lejano viaje del que cree que no volverá jamás. Tiene el corazón desolado, su último año lo trató muy mal, lo dejó hecho ´papelito’ como él mismo comenta. Contrajo una enfermedad de sábanas por ‘picaflor’. Lo echaron del apartamento al cual le tenía mucho cariño; don Tolentino, dueño de la propiedad, le pidió que lo dejara para poner un restaurante de comida criolla. El boom por estos días, le sugiere vinagrosamente. En su trabajo lo destruyeron sistemáticamente hasta aburrirlo. Renunció dolido. Su padre enfermó de un mal letal. Por esas fechas también perdía a su chica, su amada Ariadna…”; es decir, las siete plagas de Egipto le cayeron todas juntas a Vicenzo, quién sin mucho que perder emigra en busca de nuevos aires por medio de su amiga Amanda que reside en Roma.



De ahí en adelante, Fegale nos narra las contingencias que vive el protagonista, sus problemas para encontrar trabajo, sus líos amorosos y sobre todo, las anécdotas que vive conociendo numerosos personajes que desaparecen de la historia tan rápido como ingresaron, no existe una profundidad sicológica, ni el intento de desarrollar historias paralelas o secundarias que enriquezcan la trama, ya que el papel de los personajes secundarios se remiten puntualmente —salvo excepciones— a la anécdota relatada.









Pero… ¿Cuál es la trama? Partiendo de la premisa de que toda historia tiene por lo menos dos niveles de lectura, una superficial, que narra los hechos y sucesos de los personajes y otra, más profunda, en la que se encuentra realmente lo que nos quiere trasmitir el autor, las motivaciones esenciales del libro. Para el caso de esta novela parece ser que no la hay, o en todo caso solo existe en el primer nivel, una cadena interminable de hechos, aventuras y desventuras que cuenta el autor casi siempre en tercera persona.



En ese sentido la fuerza que pueda tener Los corazones anestesiados no recae sobre la trama sino sobre la forma de contar, el ritmo y el juego de palabras (el uso de una jerga propia) siempre conectados con lo emocional, ese es su mejor atributo, extrapolando un poco y exagerando otro tanto, recordé a los colombianos Rafael Chaparro / Opio en las nubes y Andrés Caicedo / ¡Que viva la música! pero con muchos menos decibeles. Dicho esto, es curioso que en el texto introductorio, redactado a manera de prólogo por el escritor Rodolfo Ybarra se haga hincapié en el autor y su ligazón a la música rock y el mundo subte: “Miguel Fegale acude a los conciertos como si fuera a misa, habla y promueve a bandas subterráneas que gritan obscenidades entre cuatro paredes, la estridencia es lo suyo y ha hecho carne en su espíritu de viajero empedernido, mediante el trabajo en el ostracismo y del buen rhythm and blues, el punk y sus sucedáneos techeros o garajeros, por ello se ha tatuado en el brazo un frase sobre “El Rock Liberado”, colectivo under que impulsa desde la redes sociales y desde el Centro de Lima, en las reuniones cuasi clandestinas animadas con alcohol isotrópico o alcohol de botiquín, en la Plaza Francia o en el jirón Quilca, tierra de poetas y de caníbales literarios…

…en Los corazones anestesiados, Fegale, más allá de la técnica, los artificios y la “ortodoncia” o ropaje escritural, apela a la fuerza de la palabra como vehículo de las emociones, pensamientos y sentimientos, es el texto como verdad lo que conmueve y lleva a la reflexión, empatía y/o solidaridad con el personaje avasallado por sus propios problemas o si no en caída libre donde el suicidio pareciera ser la única salida”.



Sin embargo no es este un libro visceral o perteneciente al llamado realismo sucio, sino más bien romántico —en el sentido convencional del término, no al movimiento literario —tan parecido al primer libro del autor: Los románticos mueren primero (Fegale, 2013. Lima, Calcomanía); que es un ejercicio de la nostalgia y novela de "aprendizaje" o Bildungsroman, quizás incluso con más vuelo narrativo que el segundo libro del autor. 



“Los días pasan y dan de alta a Talisa y al bebé. Se van juntos al departamento. Vicenzo está contento y agradecido a la vida por darle un nuevo amor, su primogénito. Enzo empieza a ser padre, trata de serlo, debería haber una escuela de padres, comenta riendo. Su madre María del Mar le envía cartas inflándolo de valor, él ama a su familia nueva y los defiende con su pequeño poder. Sus amigos Manucho, Ariel y Gabo lo apoyan y celebran, le taren presentes, él ya no se siente tan solo. Trabaja más contento, el bebé crece fuerte, pasan los meses y se hace más fuerte y bello. El primer año de su pequeño Giani lo celebra en Venecia con juegos artificiales. Está repleta Venecia, hay un concierto de los Bon Jovi, no encuentran hotel y tienen que pagar uno más caro, ahorran comprando comida en supermercados y restaurantes chinos. Visitan las pequeñas islas de Murano y sus cristales, odian a las góndolas por ser tan caras y viajan en los botebuses.

Pasan los años y Vicenzo se casa con Talisa en Roma, con Gianluca ya más grande y sin testigos. Luego de recibir la bendición caminan por Roma, la ciudad que Vicenzo soñaba desde niño.

                                               FIN”.



Pero el libro no termina aquí, le suceden breves historias cortas relacionadas: Historias de gatos techeros. Los del fondo –p. 61-; La tía no murió de amor –p. 64-; Clínica San Pando –p.66-; El restaurante de los abandonados –p. 70- ) no entendemos bien si ese material es un complemento de la novela, funciona como un especie de epílogo o son textos sueltos que el autor quería publicar y no encontró un mejor lugar para introducirlos. Sea como fuera, tampoco el libro termina aquí, existe una adenda final adosada -post edición- en la que el autor escribe:


"ACLARACIÓN LIBERADA

En la biografía de mi novela LOS CORAZONES ANESTESIADOS 2015 en las líneas “y artistas de toda índole –fundó- el movimiento artístico contracultural limeño rock liberado”.

Bueno he aquí el error de tipeo mío y de mi editor que por corregir de madrugadas o mal se nos pasó torpemente.

El rock Liberado 2014 fue fundado, registrado y ideado por el líder  y rockero Cesar N. Nosotros los demás integrantes ayudamos con mucho esfuerzo y amor a que el movimiento nazca y crezca.

Bueno ya esclarecido el impase ¡¡ VIVA EL ROCK LIBERADO SIEMPPRE !!"



Como fuera,  Los corazones anestesiados me pareció entretenido, lo llevé durante varios días en mi bolso para sacarlo y leerlo  en mis ratos libres — y no tan libres; grata y placentera compañía.

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